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El cuartel que no duerme: los bomberos proyectan locales comerciales para financiar sus operaciones

Con 1.300 salidas al año, la Asociación de Bomberos Voluntarios busca autofinanciarse con un proyecto comercial que permita renovar su equipamiento y sostener la operatividad.

El cuartel que no duerme: los bomberos proyectan locales comerciales para financiar sus operaciones

Con 1.300 salidas al año, la Asociación de Bomberos Voluntarios busca autofinanciarse con un proyecto comercial que permita renovar su equipamiento y sostener la operatividad.

“Con solo un local comercial terminado, podríamos mantenernos”, la frase es de Jorge Lagos, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Bariloche, y resume una aspiración que hoy se convirtió en necesidad. Con 1.300 salidas anuales, un promedio de tres a cuatro intervenciones por día y un parque automotor con partes obsoletas, el cuartel local enfrenta el desafío de sostener su operatividad casi a pulmón.

En una entrevista con Radio Con Vos Patagonia, Lagos detalló el proyecto que impulsa la asociación para construir una serie de locales comerciales sobre un terreno adyacente al cuartel, en la intersección de las calles Yatasto y Onelli. El objetivo es claro: generar recursos genuinos para financiar el mantenimiento, la renovación del equipamiento y la seguridad del cuerpo activo, que hoy cuenta con 84 bomberos voluntarios.

“Todo lo que se genera en la parte institucional va directamente al cuerpo activo”, subrayó Lagos, y agregó: “Queremos brindar seguridad a hombres y mujeres que trabajan gratuitamente todos los días para nuestra comunidad”.

El camino hasta aquí no fue fácil. Según relató el dirigente, la iniciativa data de hace más de dos años, cuando asumieron la gestión de la institución. En ese momento, ya se había iniciado una propuesta con una empresa de Bahía Blanca, pero debió ser descartada por no contar con el “tercio libre” exigido por ordenanza municipal.

La situación cambió recientemente, cuando el gobierno provincial otorgó el título de propiedad del terreno que permitirá cumplir con los requisitos normativos. La proyección inicial contempla la construcción de seis locales comerciales, aunque la institución se conformaría con poder completar al menos uno en el corto plazo.

“No queremos encarar una obra faraónica. Ya sabemos cómo terminan esas cosas”, advirtió Lagos que analizó: “lo importante es empezar, aunque sea de a poco, y que lo que se genere vuelva al cuartel”.

En paralelo, el cuartel logró avanzar en el reequipamiento: incorporaron una autobomba nueva, compresores, equipos de corte y nuevas mangueras. Pero todo, remarca Lagos, tiene precio dólar: “Son materiales importados, carísimos, pero que garantizan la seguridad necesaria a nuestros bomberos”.

El promedio de salidas, que ubica al cuartel entre los cuatro más activos del país, genera un desgaste constante en los equipos. “Se nos rompe una bomba hidráulica y son dos millones de pesos. Todo es urgente y todo es caro”, resumió el presidente.

Mientras aguardan la concreción del proyecto, el desafío cotidiano sigue siendo el mismo: estar operativos. “Cuando hay una emergencia, hay que salir. No importa si el camión tiene años o si el equipo ya está castigado”, concluye Lagos, con la certeza de que, en una actividad marcada por la urgencia, construir futuro también es parte del servicio.

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